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Consejos para cuidar el oído

¿Cuidar el oído forma parte de tu atención personal? ¿Cómo lo haces? ¿Cuánta importancia le das? El sentido del oído, una de las maravillas de nuestro cuerpo,  interviene significativamente en nuestro desarrollo. Por eso, además de invitarte a apreciarlo, queremos contarte lo que puedes hacer y lo que debes evitar para cuidarlo en forma adecuada.

Cuidar el oído te permite vivir mejor

A menudo, categorizamos las partes del cuerpo dando más importancia a unas que a otras. Muchas veces, las partes más pequeñas llegan a ser las menos apreciadas. Por eso, cuidar el oído es un hábito que muy pocas personas consideran esencial. 

La verdad que muchos ignoran es que captar sonidos no es la única función del oído. En realidad, la buena salud de este pequeño órgano sensorial favorece otros aspectos del bienestar humano, tales como:  

  • La orientación en el espacio 
  • El desempeño socioafectivo y las relaciones interpersonales 
  • La capacidad de mantener el equilibrio durante el movimiento 
  • La habilidad de respuesta ante los estímulos sonoros percibidos 
  • El proceso de aprendizaje e interpretación del lenguaje, del pensamiento y del conocimiento. 

En otras palabras, la dificultad en la escucha perjudica la comunicación, el aprendizaje, la comprensión de los estímulos percibidos y el desenvolvimiento en cada entorno. ¿Entiendes la importancia de cuidar el oído correctamente? Entonces presta atención a las siguientes recomendaciones.

Consejos prácticos para cuidar el oído

Es muy importante acostumbrarse a valorar y proteger bien la audición. Entre las mejores prácticas de cuidado para nuestros oídos podemos mencionar las siguientes: 

  • Utilizar protectores auditivos 

Los protectores para oídos son especialmente útiles cuando vas a exponerte a ruidos que te obligan a gritar para que otros te escuchen. Por ejemplo: durante la asistencia a conciertos, el uso de cortacéspedes o cualquier otra exposición similar.  

  • Brindar un tiempo de descanso a tus oídos 

Al exponerse a ruidos peligrosos durante largos periodos de tiempo, es necesario apartarse al exterior por algunos minutos en varias ocasiones. Esto permite cuidar el oído minimizando la fatiga auditiva. 

  • Aplicar la regla 60% y 60 minutos 

Se trata de escuchar los auriculares con el 60% de su volumen por un tiempo máximo de 60 minutos al día. Sin duda, los oídos son en extremo vulnerables a estos dispositivos.  

  • Evitar el exceso de humedad 

La humedad puede provocar la proliferación de hongos y bacterias que enferman el tubo auditivo. Por ello, seca los oídos después de ducharte o al terminar de nadar. Si usas audífonos por causa de hipoacusia, límpialos continuamente. 

  • Conservar los estados de serenidad 

De modo general, el cuerpo reacciona frente a los altos niveles de angustia y estrés. Estas situaciones elevan la presión del torrente sanguíneo, pudiendo afectar el oído interno. También se ha asociado a estos factores la aparición del tinnitus o acúfenos (zumbido). 

  • Enriquecer la dieta y hacer ejercicios aeróbicos 

Consumir alimentos ricos en vitaminas A y B, ácido fólico y zinc es ideal para cuidar el oído y estimular el desarrollo sensorial auditivo. Sabemos que la alimentación saludable es el soporte de un cuerpo sano. 

Asimismo, los ejercicios aeróbicos estimulan la circulación sanguínea y, de esta forma, se oxigena y se renueva la sangre en las ramificaciones internas del oído. Hacer ejercicios también favorece la liberación de endorfinas y ayuda a neutralizar el estrés. 

  • Asistir a revisiones médicas 

Recuerda que la prevención es lo mejor. Es de suma importancia ir al especialista de la salud para prevenir y tratar las enfermedades a tiempo. Cuando se experimentan situaciones tales como dolor, secreción de flujo o sensación de oído obstruido, lo correcto es asistir al especialista en lugar de automedicarse.

Lo que no debes hacer

Por otro lado, así como existen hábitos que ayudan a preservar la audición, existen otros que pueden perjudicarla. Lo que no debes hacer para cuidar el oído lo mencionamos a continuación: 

  • Introducir objetos con el fin de limpiarlos. 
  • Asear el oído con bastoncillos o hisopos de algodón. 
  • Aplicar fármacos o remedios caseros sin orientación médica.  
  • Usar audífonos sobrepasando el volumen recomendado de uso. 
  • Exponerse a ruidos peligrosos sin protección ni periodos de descanso. 

Para dejar los malos hábitos es necesario comenzar a familiarizarse con otros que los sustituyan. Empieza poniendo en práctica los que ya mencionamos y recuerda que mantener oídos sanos ayuda a vivir mejor. 

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